
¿Que son los sueños y porque soñamos?
Ya lo decía el ilustre Calderón de la Barca "...que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son..." Lo cierto es que si juntásemos todo el tiempo que pasamos soñando a lo largo de nuestra vida, serían seis largos años, pero... ¿por qué soñamos? ¿qué son los sueños? Si los describimos someramente, resultan una secuencia de imágenes con sentido, aunque incongruentes, en la mente mientras dormimos, con un fuerte componente emocional para el soñador.
Los sueños han suscitado desde tiempos ancestrales el interés del hombre e incluso su interpretación guiaba los designios de pueblos y, por supuesto, la comunidad científica ha trabajado y sigue trabajando para dar una explicación sobre los mecanismos que provocan la experiencia onírica y su función para nuestro organismo. En 1900 Sigmund Freud publicaba "La interpretación de los sueños", que supuso una revolución en la concepción del fenómeno, porque postulaba que los sueños eran una deformación de nuestros verdaderos deseos y sentimientos. Lo que recordamos es una versión censurada de nuestros deseos inconscientes, que encontraríamos inaceptables y soñar sería una válvula de escape para superar el no realizar nuestros deseos más ocultos.
Durante muchos años, las hipótesis freudianas guiaron la investigación sobre el sueño y su significado, pero, a medida que la ciencia ha avanzado, esta teoría ha sido objeto de numerosas críticas y los investigadores se muestran escépticos ante la capacidad explicativa de la misma. Actualmente son dos hipótesis, las que cuentan con más respaldo:
• Hipótesis clínico anatómica del sueño: Los sueños se originan con estímulos externos, recuerdos y cualquier otra estimulación que este recibiendo el cerebro. Entonces, sólo serían pensamientos que resultan peculiares porque no tienen censura, porque durante el sueño, la corteza motora (controla el movimiento) y la corteza prefrontal (controla la coordinación de pensamiento), están desactivadas, sin embargo la actividad en el hipotálamo/amígdala está a pleno rendimiento y en esta área se controlan las emociones, por eso nuestros sueños no están exentos de las mismas.
• Hipotésis de activación - síntesis: Esta teoría, formulada por Hobson y McCarley, indica que la actividad neuronal creada por las ondas que se originan en nuestro cerebro durante el sueño, hace que nuestra corteza prefrontal quiera dar una interpretación a toda esta información y aglutina toda la información creando historias sin sentido. Seguramente alguna vez has soñado que estabas cayendo, pues bien, esta teoría da una curiosa explicación para este sueño: el sistema vestibular alerta al cerebro que nuestra postura no es la habitual, y este interpreta la posición como estar volando o cayendo. Aunque precisamente este tipo de afirmaciones, demuestra los puntos débiles de esta teoría ¿por qué no soñamos siempre estar cayendo entonces? Y aunque deja aspectos sin explicar, esta última teoría, es la más aceptada actualmente, para vislumbrar qué ocurre dentro de nuestro cerebro mientras dormimos.

Fases del sueño
Durante el período en que descansamos el sueño pasa por diferentes fases:
- Sueño de ondas lentas: su duración es de unos 90 minutos
- Etapa 1 (Adormecimiento): es un estado de somnolencia que dura unos diez minutos, donde el EEG muestra una cierta actividad de onda theta (3,5-7,5 Hz). Es la transición entre la vigilia y el sueño. Se pueden dar alucinaciones tanto en la entrada como en la salida de esta fase. (5 % del tiempo total del sueño).
- Etapa 2 (Sueño ligero): Disminuyen tanto el ritmo cardíaco como el respiratorio. El registro del EEG muestra períodos de actividad theta, husos del sueño y complejos K. Los husos del sueño son conjuntos de ondas de entre 12 y 14 Hz que suceden varias veces por minuto entre las fases 1 y 4 del sueño. Los complejos K son ondas agudas que aparecen de forma abrupta y actúan como mecanismo de inhibición para que el sujeto no se despierte. De este modo, sufrimos variaciones en el tráfico cerebral, períodos de calma y súbita actividad, lo cual hace más difícil despertarse. En algunos casos, se llega a un proceso en el cual nuestras pulsaciones son extremadamente bajas y el sueño es tan profundo que el cerebro presenta dificultades para registrar contacto con el cuerpo, por lo que manda un impulso para corroborar que dicha conexión entre el cerebro y el cuerpo esté en normal funcionamiento. Éste impulso produce una reacción, la cual es abruptamente recreada por la mente, por lo que se produce una sensación violenta y el cuerpo actúa en base a dicha sensación, generalmente con un violento y rápido movimiento del cuerpo. Aquello último es popularmente conocido como "Soñar que caemos". (50 % del tiempo).
En la misma surgen esporádicamente dos grafoelementos típicos del EEG del sueño: las espigas del sueño (ondas puntiagudas) y los complejos K (picos repentinos).
- Etapa 3: Fase de transición hacia el sueño profundo. Pasamos unos 2 - 3 minutos aproximadamente en esta fase.
- Etapa 4 (Sueño Delta): Fase de sueño lento, las ondas cerebrales en esta fase son amplias y lentas así como el ritmo respiratorio. Cuesta mucho despertarnos estando en esta fase que dura unos 20 minutos aproximadamente. No suelen producirse sueños. (20 % del tiempo total del sueño). Se considera que ésta es la fase que determina una buena o mala calidad del sueño en términos de su eficiencia, esto es, la experiencia subjetiva de que el sueño ha sido o no reparador.
- Fase REM: característica en la cual el cerebro está muy activo, el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices de manera que no nos podemos mover. REM proviene de la frase en inglés Rapid Eye Movement (Movimiento del Ojo Rápido), debido al característico movimiento de los globos oculares bajo los párpados. Ésta es la fase donde soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno debido a la alta actividad cerebral que tenemos.
A lo largo de la noche, el sueño lento (NREM) se alterna con sueño paradójico (REM). El total del sueño paradójico es el 25 % del sueño. En esta fase se muestra una actividad cerebral semejante a la de la vigilia.
Los trastornos del sueño se clasifican en disomnias, parasomnias, alteraciones del sueño relacionadas con causas médicas o psiquiátricas y otros trastronos del sueño, que afectan de un modo más o menos acentuado a las diferentes fases del sueño.Así mismo, algunos fármacos utilizados para el tratamiento de los trastornos del sueño puede modificar la arquitectura del sueño por lo que deben ser administrados bajo estricto control médico, siendo el médico el que debe valorar la relación coste/benificio de su administración de forma personalizada, nunca el paciente.

Soñar o no soñar
¿Quién es el titiritero detrás de los sueños, ese desconocido que invade el cerebro cuando el cuerpo reposa para recuperar energía? Comencemos con una verdad absoluta: todos dormimos, ergo todos soñamos.* Y aunque las imágenes no necesariamente tienen un significado importante y profundo (en la entrevista exclusiva de este artículo
conocerán al psiquiatra detractor de… ¡Sigmund Freud!), esa actividad inconsciente no sólo está relacionada con la psique de la persona, es un asunto fisiológico que ocupa a la neurociencia.
Es momento de que hagas una pequeña pausa en tu lectura. Trata de recordar algún sueño, digamos el de anoche. Escoge alguna de estas opciones:
a) Nunca me han interesado mis sueños.
b) Rara vez recuerdo o intento recordar uno.
c) Cuando me acuerdo de alguno, al despertar lo anoto en una libreta.
d) Procuro anotar a diario los sueños que recuerdo de la noche anterior.
Podemos sugerir que la mayoría -no hay datos estadísticos contundentes al respecto- se ubica en los incisos b) y c). Nada define mejor a los que seleccionaron el d) que lo que dice el filósofo francés Gastón Bachelard: “Para ciertas almas ebrias de existir onírico los días están hechos para explicar las noches” ¿Exagerado? Tal vez. Su némesis es un
capítulo de Los cantos de Maldoror, del Conde de Lautréamont, un libro de finales del siglo XIX que rindió frutos hasta que los surrealistas lo arroparon como Biblia durante la segunda década del siglo XX. Y la época es importante, la ciencia sobre el cerebro apenas existía y no había mayor explicación que la fantasía. En ese pasaje, Maldoror, una suerte de Satanás que detesta por igual a la humanidad que a su creador, asegura que lleva “30 años sin dormir” No concibe que el “gran objeto exterior”, Dios, lo espíe mientras duerme por medio de los sueños. Si para el psicoanálisis el inconsciente onírico será una fuente de conocimiento simbólico del individuo, para Lautréamont aquel que duerme -sueña- no es más que “un cadáver que respira”. No obstante, el propio Lautréamont (pseudónimo de Isido-re Ducasse) será quien formule avantla lettre no sólo la esencia de la estética surrealista, sino una de las leyes (¡mas no la única!) del discurso onírico:”… Bello como el encuentro fortuito sobre una mesa de disección de un paraguas y una máquina de coser”
La asociación libre como delirio natural -no velado propuso Freud- de las imágenes del sueño es el gran aporte de la neurofisiología, al menos en la hipótesis formulada por J. Alian Hobson y Robert McCarley, conocida como activación-síntesis, misma que ha persistido pese a que ha sido rebatida por neuropsicoa-nalistas como Mark Solms.
Maquina de delirios
Los motivos-acciones del sueño para “ser entendidos lo único que exigen es una minuciosa atención, no una interpretación compleja. Y ello se debe a la claridad de su alto contenido emocional” Así lo asegura J. Alian Hobson en su libro Los 13 sueños que Freud nunca tuvo. El psiquiatra estadounidense y profesor emérito de la Universidad de Harvard (si no lo has notado es el entrevistado exclusivo de este artículo) ha dedicado más de tres décadas al estudio del dormir y de los sueños desde la neurotisiología. Su teoría de la activación-síntesis sugiere que para que se presente una activación cerebro-mente, las neuronas aminérgicas y reticulares del tallo cerebral propician la activación cerebral, luego de que se ha desinhibido el sistema reticular. La energía de éste, a su vez, es suficiente para que las neuronas continúen trabajando. Dichas neuronas aminérgicas sirven de inhibidoras durante la vigilia; cuando se presenta la etapa MOR (Movimientos Oculares Rápidos) del sueño se activan otras células y las neuronas sensoriales primarias se vuelven menos eficaces para transmitir información extema. De igual manera, explica J. Alian Hobson en su libro El cerebro soñador, “los niveles superiores de los circuitos sensoriales y asociativos se mantienen tan ocupados en el procesamiento de mensajes generados internamente que ignoran las señales externas” Este bloqueo impide que, por ejemplo, si sueñas una caminata o que vuelas ¡no lo intentes estando dormido!, gracias a que las neuronas motoras son inhibidas, es decir, “se generan órdenes motoras internas, pero su activación externa es cancelada por señales inhibitorias concomitantes”
Así, durante la activación onírica del sueño MOR ocurren tres procesos esenciales:
1 Procesar información: activación.
2 Eliminar los datos de los sentidos que vienen del exterior: bloqueo de entrada.
3 No actuar según la información que se recibe de manera interna (bloqueo de salida).
En el tallo cerebral se origina una señal de información automática tanto en seres humanos como en mamíferos, actividad que se ha demostrado mediante las ondas PGO (Ponto-geniculo-occipital).
Según la hipótesis de Hobson, el cerebro-mente autoactivado, desconectado y autoestimulado “procesa esas señales y las interpreta en función de la información almacenada en la memoria”. Aquí es donde el psiquiatra estadounidense pretende comprobar la inexactitud de algunas ideas pronunciadas por Sigmund Freud en La interpretación de
los sueños y su teoría psicoanalítica. Sin embargo, cabe señalar que algunas de las ideas de Freud pudieron comprobarse con estudios neurológicos que evidenciaron un comportamiento distinto de la mente en personas que padecen ciertas afecciones mentales o han sufrido algún tipo de daño cerebral. ¿Y la gente común como tú?
¿Cuáles son los nuevos hallazgos sobre el sueño y el
dormir?
La nueva investigación hecha en Alemania en 2009 sugiere que los sueños dentro del dormir existen por una razón: no son una reacción a la realidad despierta, proveen a la conciencia despierta la capacidad de ser inconsciente. Cuando reflexionasen conciencia piensas cómo cualquier objeto físico puede ser consciente. Lo somos y lo que esta nueva teoría sugiere es que la conciencia depende en parte de la capacidad del cerebro de crear una realidad virtual, los sueños son una realidad virtual, así que antes de que tengas la edad suficiente para hacer un reporte de tus sueños, el cerebro ya lo hace mientras duermes, incluso durante el embarazo se está casi dedicado a la actividad cerebral, de alguna manera el cerebro se está preparando para nacer y ‘despertar’.
Un recién nacido duerme 16 horas al día, está creando una realidad virtual, probablemente no como un sueño que tienes a los 15 años; soñar es una conciencia subjetiva de la activación cerebral, te prepara para tener conciencia al momento de despertar y aquí se ubica a dos grados de distancia de Freud. Él pensaba que los sueños eran una reacción de impulsos internos; es inaceptable; pienso totalmente distinto a él: es un proceso saludable y necesario, y la conciencia depende de él; los sueños son la expresión de la conciencia subjetiva de la activación cerebral durante el sueño, y ésta se crea mucho antes de despertar y se formó mucho antes de que hayamos nacido; es sorprendente. Los científicos te dicen que la activación del cerebro durante el sueño es algo fundamental, es la revelación de esta capacidad increíble que todos tenemos para crear una realidad virtual. Llegamos a la vida con muchas expectativas. Debemos dar el paso a algo completamente nuevo, esa fantástica capacidad de crear una realidad. Se requiere más tecnología, pero también el enfoque de que, más que interpretación, se necesita de la descripción de los sueños. No registres tus sueños con la intención de saber lo que significan. No es la galleta de la suerte. Lo que hacen los periodistas es muy importante, la gente quiere saber lo que significan sus sueños, lo que se debe enseñar es que esa activación del cerebro durante el sueño se lleva a cabo desde antes de que naces.
Pelicula sobre los sueños : Alicia en el pais de las maravillas , comentario de expertos.
Un repaso a ‘Alicia en el país de las maravillas’ y su universo de ensoñación.
Las variables pastor anglicano + matemático siglo XIX hacen de Charles Lutwidge Dodgson. alias Lewis Carroll, un personaje absurdo instantáneo. Con Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo. Carrol! realizó un homenaje -quizás el mejor que se haya escrito- a la libertad imaginativa de los niños. Dice André Bretón en su Antología del humor negro a propósito de Carroll: “El juego infantil, como medio perdido de conciliación entre la acción y el ensueño en vistas a la satisfacción orgánica, comenzando con el simple ‘juego de palabras’, se encuentra de esta suerte rehabilitado y dignificado” Su lógica -que no está exenta de principios matemáticos adaptados a ambas novelas- es la de ‘otra parte’, el mundo que se halla dentro del agujero del conejo como metáfora de un lugar que no es visible para todos. Inscritas en la tradición británica del ‘nonsense’, las aventuras de Alicia machacan el tiempo en favor de una violencia física e intelectual que ha inspirado, sorprendido y no menos que noqueado a más de uno. Pero esa violencia es servida con elegancia. En el poema del cocodrilo recitado por Alicia en el segundo capítulo, sabemos de qué tipo de violencia hablamos: “…Y le da la bienvenida a los pececitos/con amables y sonrientes quijadas” Las posibilidades casi infinitas del cine para hacer realidad un delirio son cada vez más notorias. Si la versión fílmica Alicia (1988), del checo Jan Svankmajer, mostró su lado más surrealista cual alquimia delirante de los objetos, la nueva versión de Disney, dirigida por Tim Burton, quiere ir aún más lejos que todo antecedente. Ensueño, realidad alterna (virtual diría el entrevistado de este artículo J. Alian Hobson), Burton dice que para él “siempre ha existido un ánimo natural por explorar lo que sucede en ese paisaje intangible que representan los sueños. El enigma que producen, sus formas y situaciones por transformar los misterios de lo imposible. Encontrar la lógica dentro de ese mundo aparentemente inconexo puede convertirse en algo que apasiona. Por supuesto que los sueños inspiran, no importa que en ocasiones te asusten, de hecho a veces pueden ser ésos los que generen mejores ideas para contar una historia”, y esa lógica es la que se muestra con genialidad en la obra de Carrol!. En este sentido, Burton agrega que “Alicia es precisamente producto de ello, de ese mundo surrealista que puede encantar o aterrar”.
Y aunque no necesitamos estar locos para tener sueños absurdos, queda la premisa de revalorar la imaginación innata, “todos aquellos que conservan el sentido de la rebelión reconocerán en Lewis Carroll su primer maestro en hacer novillos”, concluye Bretón. Y ese sentido puede despertar al menos durante dos horas en la oscuridad de una sala de cine.
Algunos trastornos del sueño.
· Insomnio.
Este trastorno, que impide conciliar o mantener el sueño, produce fatiga,
malestar y cambios de humor. Hay personas que padecen insomnio crónico.
· Sonambulismo. No se sabe exactamente qué provoca este fenómeno, si bien se
relaciona con la fatiga y el estrés. El sonámbulo realiza movimientos complejos
—puede
andar o mover objetos— pese a que se halla profundamente dormido. Es más común en la edad
infantil.
· Parálisis del sueño. Quienes la sufren son incapaces de hablar o realizar movimientos
voluntarios, lo que puede ocasionarles una gran ansiedad e incluso
alucinaciones. Suele darse en la transición entre sueño y vigilia o al inicio
de la fase REM, en la que se producen los ensueños más elaborados.
· Bruxismo.
Mientras dormimos solemos contraer las mandíbulas, pero si este movimiento se
produce de forma intensa y repetitiva, los dientes se golpean entre sí y
rechinan. Esto puede desgastar el esmalte, provoca dolor en la boca e
interrumpe el sueño.
· Apnea del sueño. Los afectados dejan de respirar durante unos segundos mientras duermen.
El fenómeno, que discurre por un estrechamiento de las vías respiratorias,
puede repetirse muchas veces durante la noche. A veces origina ronquidos
intensos.
· Terrores nocturnos. Estos episodios se dan sobre todo en niños de entre tres y siete
años, que se despiertan súbitamente con un grito de pánico y expresión de
terror. Se suceden durante las fases de sueño profundo y vienen acompañados de
taquicardia, miedo y desorientación.
¿Porque y para que dormimos?
El sueño es una
función natural, imprescindible para la vida. Cada día, el sueño y la vigilia
alternan de forma ordenada, periódica y previsible. La adaptación de la vida a
las condiciones del planeta Tierra es la causa probable del desarrollo de la
vigilia y el sueño.
Cuando la vida
se desarrolló en la Tierra ,
el planeta ya giraba sobre su eje, y alrededor del Sol, determinando dos ciclos
fundamentales, el del día y la noche, y el de las estaciones. Los seres vivos
se adaptaron a los cambios del planeta desplegando la máxima actividad durante
el día y descansando, por la noche, cuando la oscuridad dificultaba las
actividades vitales (por ejemplo, la depredadora).
Durante el
sueño, los seres vivos están en reposo. La inmovilización aporta descanso,
ahorra energía y permite la restauración de sustancias consumidas en la
vigilia. Además el marco abstracto de los ensueños favorece la consolidación
del aprendizaje y la memoria y procura el mantenimiento de los circuitos
neuronales.
El cerebro
produce la vigilia y el sueño y sincroniza ambos estados con el día y la noche
planetarios. La cantidad de sueño y vigilia, se regulan en parte por la
tendencia biológica al equilibrio (homeostasis): cuanto más dormimos, menos
sueño tenemos y viceversa.
La
sincronización de los ciclos vigilia/sueño con el ciclo terrestre de 24 horas
se realiza por la acción de neuronas sensibles a la luz del día. Además,
durante el sueño se segrega una hormona (melatonina) que proporciona al cerebro
una señal química de «noche». Tanto las lámparas de luz como la melatonina se
utilizan como tratamientos de los desajustes horarios de los ciclos de sueño y
vigilia.
Maquina de delirios
Los motivos-acciones del sueño para “ser entendidos lo único que exigen es una minuciosa atención, no una interpretación compleja. Y ello se debe a la claridad de su alto contenido emocional” Así lo asegura J. Alian Hobson en su libro Los 13 sueños que Freud nunca tuvo. El psiquiatra estadounidense y profesor emérito de la Universidad de Harvard (si no lo has notado es el entrevistado exclusivo de este artículo) ha dedicado más de tres décadas al estudio del dormir y de los sueños desde la neurotisiología. Su teoría de la activación-síntesis sugiere que para que se presente una activación cerebro-mente, las neuronas aminérgicas y reticulares del tallo cerebral propician la activación cerebral, luego de que se ha desinhibido el sistema reticular. La energía de éste, a su vez, es suficiente para que las neuronas continúen trabajando. Dichas neuronas aminérgicas sirven de inhibidoras durante la vigilia; cuando se presenta la etapa MOR (Movimientos Oculares Rápidos) del sueño se activan otras células y las neuronas sensoriales primarias se vuelven menos eficaces para transmitir información extema. De igual manera, explica J. Alian Hobson en su libro El cerebro soñador, “los niveles superiores de los circuitos sensoriales y asociativos se mantienen tan ocupados en el procesamiento de mensajes generados internamente que ignoran las señales externas” Este bloqueo impide que, por ejemplo, si sueñas una caminata o que vuelas ¡no lo intentes estando dormido!, gracias a que las neuronas motoras son inhibidas, es decir, “se generan órdenes motoras internas, pero su activación externa es cancelada por señales inhibitorias concomitantes”
Así, durante la activación onírica del sueño MOR ocurren tres procesos esenciales:
1 Procesar información: activación.
2 Eliminar los datos de los sentidos que vienen del exterior: bloqueo de entrada.
3 No actuar según la información que se recibe de manera interna (bloqueo de salida).
En el tallo cerebral se origina una señal de información automática tanto en seres humanos como en mamíferos, actividad que se ha demostrado mediante las ondas PGO (Ponto-geniculo-occipital).
Según la hipótesis de Hobson, el cerebro-mente autoactivado, desconectado y autoestimulado “procesa esas señales y las interpreta en función de la información almacenada en la memoria”. Aquí es donde el psiquiatra estadounidense pretende comprobar la inexactitud de algunas ideas pronunciadas por Sigmund Freud en La interpretación de
los sueños y su teoría psicoanalítica. Sin embargo, cabe señalar que algunas de las ideas de Freud pudieron comprobarse con estudios neurológicos que evidenciaron un comportamiento distinto de la mente en personas que padecen ciertas afecciones mentales o han sufrido algún tipo de daño cerebral. ¿Y la gente común como tú?
¿Cuáles son los nuevos hallazgos sobre el sueño y el
dormir?
La nueva investigación hecha en Alemania en 2009 sugiere que los sueños dentro del dormir existen por una razón: no son una reacción a la realidad despierta, proveen a la conciencia despierta la capacidad de ser inconsciente. Cuando reflexionasen conciencia piensas cómo cualquier objeto físico puede ser consciente. Lo somos y lo que esta nueva teoría sugiere es que la conciencia depende en parte de la capacidad del cerebro de crear una realidad virtual, los sueños son una realidad virtual, así que antes de que tengas la edad suficiente para hacer un reporte de tus sueños, el cerebro ya lo hace mientras duermes, incluso durante el embarazo se está casi dedicado a la actividad cerebral, de alguna manera el cerebro se está preparando para nacer y ‘despertar’.
Un recién nacido duerme 16 horas al día, está creando una realidad virtual, probablemente no como un sueño que tienes a los 15 años; soñar es una conciencia subjetiva de la activación cerebral, te prepara para tener conciencia al momento de despertar y aquí se ubica a dos grados de distancia de Freud. Él pensaba que los sueños eran una reacción de impulsos internos; es inaceptable; pienso totalmente distinto a él: es un proceso saludable y necesario, y la conciencia depende de él; los sueños son la expresión de la conciencia subjetiva de la activación cerebral durante el sueño, y ésta se crea mucho antes de despertar y se formó mucho antes de que hayamos nacido; es sorprendente. Los científicos te dicen que la activación del cerebro durante el sueño es algo fundamental, es la revelación de esta capacidad increíble que todos tenemos para crear una realidad virtual. Llegamos a la vida con muchas expectativas. Debemos dar el paso a algo completamente nuevo, esa fantástica capacidad de crear una realidad. Se requiere más tecnología, pero también el enfoque de que, más que interpretación, se necesita de la descripción de los sueños. No registres tus sueños con la intención de saber lo que significan. No es la galleta de la suerte. Lo que hacen los periodistas es muy importante, la gente quiere saber lo que significan sus sueños, lo que se debe enseñar es que esa activación del cerebro durante el sueño se lleva a cabo desde antes de que naces.

Pelicula sobre los sueños : Alicia en el pais de las maravillas , comentario de expertos.
Un repaso a ‘Alicia en el país de las maravillas’ y su universo de ensoñación.
Las variables pastor anglicano + matemático siglo XIX hacen de Charles Lutwidge Dodgson. alias Lewis Carroll, un personaje absurdo instantáneo. Con Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo. Carrol! realizó un homenaje -quizás el mejor que se haya escrito- a la libertad imaginativa de los niños. Dice André Bretón en su Antología del humor negro a propósito de Carroll: “El juego infantil, como medio perdido de conciliación entre la acción y el ensueño en vistas a la satisfacción orgánica, comenzando con el simple ‘juego de palabras’, se encuentra de esta suerte rehabilitado y dignificado” Su lógica -que no está exenta de principios matemáticos adaptados a ambas novelas- es la de ‘otra parte’, el mundo que se halla dentro del agujero del conejo como metáfora de un lugar que no es visible para todos. Inscritas en la tradición británica del ‘nonsense’, las aventuras de Alicia machacan el tiempo en favor de una violencia física e intelectual que ha inspirado, sorprendido y no menos que noqueado a más de uno. Pero esa violencia es servida con elegancia. En el poema del cocodrilo recitado por Alicia en el segundo capítulo, sabemos de qué tipo de violencia hablamos: “…Y le da la bienvenida a los pececitos/con amables y sonrientes quijadas” Las posibilidades casi infinitas del cine para hacer realidad un delirio son cada vez más notorias. Si la versión fílmica Alicia (1988), del checo Jan Svankmajer, mostró su lado más surrealista cual alquimia delirante de los objetos, la nueva versión de Disney, dirigida por Tim Burton, quiere ir aún más lejos que todo antecedente. Ensueño, realidad alterna (virtual diría el entrevistado de este artículo J. Alian Hobson), Burton dice que para él “siempre ha existido un ánimo natural por explorar lo que sucede en ese paisaje intangible que representan los sueños. El enigma que producen, sus formas y situaciones por transformar los misterios de lo imposible. Encontrar la lógica dentro de ese mundo aparentemente inconexo puede convertirse en algo que apasiona. Por supuesto que los sueños inspiran, no importa que en ocasiones te asusten, de hecho a veces pueden ser ésos los que generen mejores ideas para contar una historia”, y esa lógica es la que se muestra con genialidad en la obra de Carrol!. En este sentido, Burton agrega que “Alicia es precisamente producto de ello, de ese mundo surrealista que puede encantar o aterrar”.
Y aunque no necesitamos estar locos para tener sueños absurdos, queda la premisa de revalorar la imaginación innata, “todos aquellos que conservan el sentido de la rebelión reconocerán en Lewis Carroll su primer maestro en hacer novillos”, concluye Bretón. Y ese sentido puede despertar al menos durante dos horas en la oscuridad de una sala de cine.
Algunos trastornos del sueño.
· Insomnio.
Este trastorno, que impide conciliar o mantener el sueño, produce fatiga,
malestar y cambios de humor. Hay personas que padecen insomnio crónico.
· Sonambulismo. No se sabe exactamente qué provoca este fenómeno, si bien se
relaciona con la fatiga y el estrés. El sonámbulo realiza movimientos complejos
—puede
andar o mover objetos— pese a que se halla profundamente dormido. Es más común en la edad
infantil.
· Parálisis del sueño. Quienes la sufren son incapaces de hablar o realizar movimientos
voluntarios, lo que puede ocasionarles una gran ansiedad e incluso
alucinaciones. Suele darse en la transición entre sueño y vigilia o al inicio
de la fase REM, en la que se producen los ensueños más elaborados.
· Bruxismo.
Mientras dormimos solemos contraer las mandíbulas, pero si este movimiento se
produce de forma intensa y repetitiva, los dientes se golpean entre sí y
rechinan. Esto puede desgastar el esmalte, provoca dolor en la boca e
interrumpe el sueño.
· Apnea del sueño. Los afectados dejan de respirar durante unos segundos mientras duermen.
El fenómeno, que discurre por un estrechamiento de las vías respiratorias,
puede repetirse muchas veces durante la noche. A veces origina ronquidos
intensos.
· Terrores nocturnos. Estos episodios se dan sobre todo en niños de entre tres y siete
años, que se despiertan súbitamente con un grito de pánico y expresión de
terror. Se suceden durante las fases de sueño profundo y vienen acompañados de
taquicardia, miedo y desorientación.


¿Porque y para que dormimos?
El sueño es una
función natural, imprescindible para la vida. Cada día, el sueño y la vigilia
alternan de forma ordenada, periódica y previsible. La adaptación de la vida a
las condiciones del planeta Tierra es la causa probable del desarrollo de la
vigilia y el sueño.
Cuando la vida
se desarrolló en la Tierra ,
el planeta ya giraba sobre su eje, y alrededor del Sol, determinando dos ciclos
fundamentales, el del día y la noche, y el de las estaciones. Los seres vivos
se adaptaron a los cambios del planeta desplegando la máxima actividad durante
el día y descansando, por la noche, cuando la oscuridad dificultaba las
actividades vitales (por ejemplo, la depredadora).
Durante el
sueño, los seres vivos están en reposo. La inmovilización aporta descanso,
ahorra energía y permite la restauración de sustancias consumidas en la
vigilia. Además el marco abstracto de los ensueños favorece la consolidación
del aprendizaje y la memoria y procura el mantenimiento de los circuitos
neuronales.
El cerebro
produce la vigilia y el sueño y sincroniza ambos estados con el día y la noche
planetarios. La cantidad de sueño y vigilia, se regulan en parte por la
tendencia biológica al equilibrio (homeostasis): cuanto más dormimos, menos
sueño tenemos y viceversa.
La
sincronización de los ciclos vigilia/sueño con el ciclo terrestre de 24 horas
se realiza por la acción de neuronas sensibles a la luz del día. Además,
durante el sueño se segrega una hormona (melatonina) que proporciona al cerebro
una señal química de «noche». Tanto las lámparas de luz como la melatonina se
utilizan como tratamientos de los desajustes horarios de los ciclos de sueño y
vigilia.
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